publicado a la(s) 23 mar 2013, 16:26 por José María Díaz Nafría
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actualizado el 23 jul 2013, 7:06
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Este número especial –publicado reciente en la revista dirigida por nuestro colega Rafael Capurro– compila entre otras contribuciones algunas de las presentadas en el encuentro internacional sobre “redes sociales: de la indignación al cambio (aspecto éticos, políticos y estéticos)” celebrado en el verano de 2012 en León como resultado de la cooperación entre BITrum, la Universidad de León, la Universidad Politécnica de Munich y otras instituciones. Aparte del trabajo editorial de tres miembros de BITrum, el monográfico recoge una representación relevante de artículos realizados por otros miembros: Rainer Zimmermann, Peter Fleissner, Julian Marcelo. Estas contribuciones profundizan en aspectos significativos para los propósitos de BITrum, en particular en lo tocante a las dimensiones filosófica, económica y social.
Las palabras introductorias de los editores de la revista ofrecen un buena visión del conjunto:
“Internet es un revolución –ya no hay ni duda ni discusión al respecto–. Pero es también una revolución de segundo orden: una revolución (digital) que causa o al menos alimenta una revolución (en el mundo real)? Así ocurrió con la técnica de Gutenberg inventada a principios del siglo XV. La capacidad revolucionaria de imprimir libros en lugar de copiarlos a mano potenció unos cien años después una de las ideas fundamentales de Martín Lutero: el concepto de ‘sola scriptura’ – emancipando la lectura (personal) de los textos fundamentales del Cristianismo respecto al magisterium ecclesiae ejercitado exclusivamente por las autoridades cristinas de la época. De hecho, la idea directriz de este número especial cabe reducirse a la pregunta: ¿Cuál podría ser el concepto revolucionario, en analogía a la sola scriptura, capaz de provocar (en seguramente menos de cien años) una ruptura en virtud de las posibilidades de Internet?
Este número no ofrece una respuesta simple y última (como podemos hacerlo retrospectivamente con Gutenberg), pero ofrece sugerencias muy apropiadas y aproximaciones inspiradoras. Las tecnologías de la información parecen ofrecer o al menos apoyar ciertas nuevas formas de organización política (orientadas temáticamente, acopladas laxamente, reunidas con prontitud y facilitando una afiliación anónima). Parecen ser muy diferentes a los modos clásicos de organización política y están acciones enfocadas no solo al nivel nacional e internacional sino también local. Por tanto, ¿las ICTs facilitan un aumento de los actos revolucionarios, revueltas o actos de resistencia como medidas políticas? ¿O por el contrario, esta facilidad de uso en contextos activistas pervierte los actos revolucionarios a meros clics sobre “me gusta”? Es la superficialidad el precio que los movimientos políticos fuertemente dependientes de Internet a pagar por su velocidad de constitución en y a través de la red? […]
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